Cómo ver si tu planta está sana
Las hojas, las raíces y la cosecha de tu planta son indicadores importantes para determinar si tu planta está sana. Para tomar las medidas correctas en todas la situaciones tienes que analizar tus plantas.
Hojas
Si tu planta está creciendo bien, las hojas también tendrán una buena pinta. Las hojas sanas no se curvan hacia abajo, ni se enroscan o se decoloran. Si lo hacen, podría haber algo malo con tu planta; el color de las hojas te da mucha información sobre su estado de salud. Por ejemplo, si las hojas son de color verde oscuro, tu planta puede tener un excedente de nitrógeno. En este caso, las células de la planta crecen demasiado rápido, mientras que el desarrollo de las paredes celulares es lento. Esto hace que la planta sea más susceptible a los patógenos. ¿Las hojas son de color verde claro o amarillo? Pues tu planta puede tener una deficiencia de nitrógeno, lo que supone un crecimiento más lento y impide la producción de cloroplastos. Como resultado, la planta absorbe menos luz, lo que dificulta el proceso de fotosíntesis.
Una sola hoja decolorada no es motivo de preocupación. Es necesario intervenir solo si hay decoloración a gran escala. Una alteración del color de las hojas también puede indicar una cantidad incorrecta de ciertos nutrientes. Cuando la decoloración es visible en muchas hojas, esto podría ser una indicación de una deficiencia. Sin embargo, otros problemas latentes también podrían ser la razón. Estos problemas pueden ser causados por factores bióticos y abióticos. Los factores bióticos incluyen animales, hongos y bacterias. Los factores abióticos incluyen la temperatura, la intensidad de la luz, la acidez, la cantidad de humedad y la fuerza del viento. Por este motivo, siempre debes asegurarte de conocer las posibles causas de los problemas.
Raíces
Una planta sana suele tener raíces blancas. ¿Las raíces se han vuelto marrones? ¿O son pegajosas y malolientes? En este caso, tal vez las plantas han sido regadas excesivamente. Los patógenos también podrían estar presentes en el sustrato, lo que conduce al marchitamiento de las hojas. ¿Qué se puede hacer si las raíces sufren de hongos porque el sustrato está demasiado húmedo?
Quita la planta de la tierra.
Inmediatamente sumerge las raíces en peróxido de hidrógeno al 3%, es decir 3 ml de peróxido de hidrógeno por litro de agua.
Deja que el sustrato se seque: un sustrato húmedo es ideal para los hongos.
Coloca la planta en el sustrato de nuevo.
Cosecha
Una planta poco saludable es más vulnerable a las enfermedades que una planta sana. La planta utiliza energía para defenderse de los patógenos. Cuando la planta está sana consuma menos energía, y por consiguiente tiene más energía que puede utilizar para desarrollar flores y frutos. ¿La calidad de tu cosecha no es muy alta? Pues tu planta podría tener un problema.
