La deficiencia de azufre se asemeja a una deficiencia de nitrógeno, pero en la parte superior de la planta. Debido a que el azufre no es móvil, la deficiencia se observa por primera vez en las hojas más jóvenes. Las hojas más jóvenes se ponen verde pálido y los tallos adquieren un fuerte tono púrpura. Las puntas de las hojas comienzan a rizarse. Si varias hojas comienzan a decolorarse, el color cambia de verde claro a amarillo intenso. En caso de una deficiencia grave, la floración y el crecimiento se inhiben. La falta de azufre puede conducir a un retraso del crecimiento, una cosecha menor y una calidad inferior del producto final.
Clorosis en hojas jóvenes.
Los tallos de las hojas se tiñen de color púrpura.
La floración y el crecimiento se inhiben en caso de una deficiencia grave.
Valor de pH demasiado alto en el suelo o sustrato.
Composición incorrecta de nutrientes.
Si cultiva en el suelo, una deficiencia de azufre es muy poco probable. Si cultiva en tierra para macetas, entonces es aconsejable saber bien, a qué valor de pH y con qué combinación de nutrientes su planta se desarrolla mejor. Una pequeña escasez de los mismos puede tener una gran influencia en el rendimiento de los cultivos.
Una opción puede ser reducir el valor de pH del medio. Con un valor de pH más bajo, la planta absorbe mejor el azufre. El azufre puede, al igual que la mayoría de los nutrientes, administrarse mediante fertilización adicional.
El azufre es, junto con el nitrógeno, muy importante para la producción de aminoácidos. Estos aminoácidos se transforman en proteínas. Además, el azufre, en forma de sulfato, es importante para el equilibrio hídrico de la planta. El azufre es activo en la estructura y el metabolismo de la planta y acelera la producción de cloroplastos.
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