No resulta sorprendente que las plantas necesiten la temperatura adecuada para crecer. La fotosíntesis sólo se realiza de forma óptima a la temperatura correcta. Esto hace que sea muy importante encontrar la temperatura correcta. ¿Cuál es la temperatura más adecuada?
Si cultivas en interior, es muy importante controlar la temperatura en tu sala de cultivo. La temperatura tiene una fuerte influencia en la fotosíntesis de la planta. Las plantas utilizan la fotosíntesis para crear oxigeno y glucosa para sí misma. Estos son los elementos básicos necesarios para el crecimiento de la planta. La planta necesita tres componentes para la fotosíntesis: agua, dióxido de carbono y luz. La luz es utilizada como fuente de energía para crear oxigeno y glucosa del agua y del dióxido de carbono. Si la temperatura en la sala de cultivo no está bien ajustada, la fotosíntesis no tendrá lugar correctamente. Esto tendrá consecuencias en el resultado final de tu cultivo.
No existe la temperatura perfecta para el cultivo de plantas. De hecho, la temperatura es un valor variable que se puede modificar durante el cultivo de las plantas. Cada especie de planta necesita una temperatura diferente. Lo más importante es evitar que la temperatura en la sala de cultivo varíe demasiado. Durante las horas de luz, deberías mantener una temperatura entre 25°C - 30°C, en base a la potencia de tu lámpara. Durante las horas de oscuridad la temperatura se puede reducir a unos 20°C. Asegúrate de mantener la diferencia de temperatura entre el día y la noche lo más mínima posible. Si la diferencia entre noche y día es demasiado grande o la temperatura por la noche es demasiado fría, la planta necesitará mucho tiempo para recuperarse. También existe una mayor probabilidad de que el moho comience a formarse, lo que no será ventajoso para tu cosecha.
Las raíces de las plantas son muy sensibles a temperaturas demasiado altas o bajas. Esto puede causar estrés o daños. Plagron recomienda una temperatura ideal de 22°C para tu solución nutritiva. A esta temperatura el agua contiene suficiente oxígeno para que las raíces y la actividad de bombeo funcionen correctamente. A una temperatura más baja, es posible que la actividad de bombeo no funcione como se requiere. A temperaturas más altas las raíces no absorben bastante oxigeno de la solución nutritiva, y los riesgos de enfermedades de la planta son mayores. Tus plantas también tendrán una mayor posibilidad de contraer enfermedades a altas temperaturas. Ten cuidado al utilizar agua del grifo, porque muy a menudo esta es demasiado fría para tus plantas. Asegúrate siempre de calentar el agua del grifo a la correcta temperatura.
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